Hoy día, los niños con acceso a las vacunaciones completas para prevenir enfermedades infecciosas, viven mejores vidas y tiempos. Las vacunas permiten alcanzar la vida de adulto.

La historia de daño y muerte, cuando aquellas enfermedades para las cuales vacunamos regularmente aparecieron, fue similar a lo que conocemos con dolor y pérdidas, con la pandemia de COVID-19. Se esperó para tener una respuesta protectora y vacunar. La ciencia cuestionó en sus tiempos, lo concerniente a la eficacia y a la seguridad de producir uno o más biológicos, y resolvió las preguntas. Hubo resistencia a la vacunación por ansiedad a lo desconocido y por agendas canallas, nada ignorantes de la verdad, solo sus manipuladores. La historia se repite en tropel espiral.

Es la historia con polio, tétanos, influenza o flu, hepatitis B y hepatitis A, sarampión, rubeola, paperas, meningitis por Haemophilus influenzae tipo B, tos ferina, meningitis y neumonía por el neumococo, rotavirus, difteria, y el cáncer inducido por el virus del papiloma humano.

Debo repetir: “Hoy día, los niños con acceso a las vacunaciones completas para prevenir enfermedades infecciosas, viven mejores vidas y tiempos. Las vacunas permiten alcanzar la vida de adulto”.

Los niños tienen derecho a vivir mejor, a vivir sanos, a recibir atención de salud preventiva, a vacunarse. Todas las vacunas que los pediatras responsables recomendamos y hemos recomendado han sido probadas minuciosamente y es un deber nuestro recomendar VACUNAR CONTRA COVID-19 A TODOS LOS GRUPOS DE EDAD PARA LOS CUALES SE HA DEMOSTRADO SU SEGURIDAD Y EFICACIA.

VACUNA A TUS HIJOS CONTRA COVID-19