Cuando un niño pierde peso, suele recuperarlo prontamente, Esto es porque suele ocurrir con infecciones o enfermedades que, controladas, y a no constituyen un factor en el desinterés por comer y en la capacidad de absorber y utilizar los alimentos de la digestión.
En el adulto, este síntoma suele presentarse con condiciones no tan transitorias. Si comienza a perder peso sin proponérselo, un adulto debe consultar. Las causas frecuentes de este hecho son una benignas y otras no, son una tratables y otras no.
Veamos:
Hipertiroidismo, aumenta el metabolismo y el consumo de calorías que entonces dejan de utilizarse para mantener o ganar peso. Generalmente se presenta con taquicardia o una frecuencia de latidos cardíacos, alta
Diabetes, la ausencia de insulina no permite que la glucosa o azúcar que hay en la circulación sea utilizada en los tejidos o se traduzca en la producción de energía. Esto inicia un proceso donde el cuerpo comienza a consumirse y la pérdida de peso es uno de los síntomas iniciales. Puede presentarse con sed excesiva, deseos de comer constantemente y cansancio
Enfermedad celíaca, como una forma de alergia al gluten, frente a la exposición de alimentos que lo contienen el organismo incurre en procesos inflamatorios a nivel del intestino, afectando la absorción de los alimentos, la producción de energía y la ganancia de peso
Ciertos medicamentos, que aumentan los gastos por un metabolismo alterado o aumentan la utilización de las calorías, o disminuyen el interés o apetito por alimentos. Lo vemos con la prescripción o uso de estimulantes, de quimioterapia, de antidepresivos y de medicinas para la diabetes tipo 2
Ansiedad o Stress, en situaciones inesperadas como la pérdida de un ser querido, un divorcio, la pérdida de un trabajo pueden producir un estado de inapetencia que implica una disminución significativa en la ingesta calórica con la consecuente pérdida de peso
Lupus, esta enfermedad del sistema inmunológico se produce cuando el sistema que está dispuesto a proteger, se dirige a atacar tejidos y órganos que afectan su función, particularmente el sistema digestivo, razón por la cual los alimentos no son absorbidos ni digeridos
Enfermedad de Addison, una enfermedad que ataca las glándulas adrenales donde se produce, entre otras sustancias y hormonas, el cortisol. El paciente suele tener múltiples trastornos del sistema digestivo con diarreas, vómitos, dolor abdominal, náuseas y pérdida del apetito
Cáncer, la temida razón por la pérdida del apetito con un consumo exagerado de energía por todo el proceso catabólico o de destrucción que es parte de esta enfermedad
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica, que produce daño íntimo de la estructura pulmonar afectando su función esencial de oxigenación y remoción de CO2, con lo que el gasto calórico se aumenta y la pérdida de peso es el resultado
Falla cardíaca, con lo cual la bomba cardíaca no ejerce la función esencial de llegar sangre oxigenada y nutrientes a los tejidos y células del cuerpo, en particular el sistema digestivo por lo cual se incrementan molestias a ese nivel que desestimulan alimentarse
Demencia, que al afectar la memoria induce el olvido de la necesidad de comer o, peor, de masticar y tragar. Aparte que suele hacer vulnerable al anciano de enfermedades o condiciones que aumentan el gasto de caloría como son las infecciones, o que requieren dietas especiales y medicamentos que en cierta forma obstruyen la ingestión de suficientes alimentos calóricos y aumentan el gasto de las calorías
Parasitismo intestinal, frecuente causa de pérdida del apetito en niños y adultos, se acompaña de dolores abdominales con estreñimiento o diarreas y se diagnostica con exámenes de las heces. Algunos llevan a desnutrición crónica.