- Nov 7, 2017
- Pedro Vargas
- Accidentes, Embarazo, Envenenamiento, Intoxicaciones
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Las bolas de alcanfor («moth balls», en inglés) para eliminar las polillas, son bolas de naftalina, son pesticidas y son tóxicas al ser humano.
El ingrediente activo es el paradiclorobenceno o naftaleno. Se convierte en gas y cuando se guardan herméticamente en envases, esa forma gaseosa eliminan las polillas y los huevos de las polillas. Si no se usa de esta forma, es decir si se utilizan a la intemperie, el gas se libera en el medio ambiente donde los seres humanos respirarían los vapores, que son tóxicos.
La exposición a esos gases producen cefaleas, náuseas, vómitos, diarrea, irritación de los ojos y las mucosas respiratorias, desde las fosas nasales hasta los bronquios. La exposición a largo plazo produce daño renal y hepático.
En los humanos, mujeres que comieron las bolas de alcanfor o que inhalaron los vapores mientras estaban embarazadas, dieron a luz niños con anemia hemolítica, anemia producida por la destrucción de sus glóbulos rojos. Particularmente importante en niños que heredan una condición algo infrecuente del sistema enzimático de los glóbulos rojos, la deficiencia de G6PD. A pesar de que esta condición no es común, los efectos de la naftalina sobre esos pacientes sí es significativa.
La exposición en niños ocurre por la ingesta de las bolas de naftaleno o por el contacto con ropas, sábanas que han estado guardadas en gavetas o estantes con las bolas de naftalina. Estos lugares de guardar ropas deben ser aspirados de forma intensa y la ropa lavada exhaustivamente.
Donde hay niños pequeños deshágase de las bolas de naftaleno no importa el uso que Ud. le da. Los niños le darán otro uso y es peligroso. Si Ud. está embarazada no se exponga a los gases liberados por las bolas de alcanfor, que son tóxicos para Ud. y para su bebé que crece en útero.