- Oct 5, 2017
- Pedro Vargas
- Alergias, Alimentación, Crecimiento y Desarrollo, Deportes y Atletismo, Dolores de cabeza, El niño, Fiebre, Padres
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- Doctor, estoy preocupada porque mi hijo de 4 años tiene dolor de barriga con frecuencia
- “Tener” no es suficiente, hay que “ver”
- Doctor, mi hija de 9 años dice que le duelen las piernas
- “Decir” no es suficiente, hay que “ver”
- Doctor, mi hija de 14 años se queja todos los días de dolor de cabeza
- “Quejarse” no es suficiente, hay que “ver”
Estas son consultas frecuentes de los padres con hijos que crecen. Mi insistencia en “ver” u observar es para corroborar la queja del niño que, es usualmente aprendida. “Ver para creer” es puntual. En religión se cree para ver, en medicina se ve para creer.
Cuando el niño aún no habla lo suficiente, cada vez que llora –y lloran por lo que sea porque ese es su mejor lenguaje- la madre o alguien más le pregunte “¿te duele la barriga?”. Se le induce la respuesta. Se le enseña a contestar. Que levanten la mano las madres que no lo han hecho.
La niña se queja de dolor de barriga y sigue goloseando o buscando qué comer. El niño le duele la pierna pero vino corriendo a decirlo. La hija le duele la cabeza todos los días pero le preguntas cómo se alivia y contesta: “No sé”. “No sé”, es la respuesta inmediata. Es la edad de la no cooperación.
Pero veamos lo que considero importante y de primera línea, antes de entrar en extensas y costosas investigaciones por estos síntomas. Tampoco voy a hacer una exhaustiva exposición de las diversas causas de estos síntomas.
Primero, tomar una buena historia
Segundo, hacer un examen minucioso
Tercero, no inducir respuestas
Cuarto, dejar tareas a pacientes y padres
En ese grupo de edad de nuestro ejemplo, la causa más frecuente de dolor de barriga, después de ser una lección aprendida, es alergia alimentaria, cuando es recurrente, y acumulación de gas en las asas intestinales, cuando es ocasional y aún con hábito intestinal regular. Usualmente la alergia en las primeras edades es a la leche y productos lácteos pero no puede dejarse pasar la posibilidad de una alergia a los chocolates, trigo, colorantes. Antes de entrar en la investigación por alergias, le recomiendo a los padres que traten la aplicación de un supositorio de glicerina con la crisis dolorosa. No para provocar necesariamente que pase material fecal sino para que evacue los gases que distienden y producen dolor a nivel del intestino grueso. La intolerancia a la lactosa es otra condición que asocia el dolor agudo e intenso abdominal con el último sorbo de leche entera que se venía tomando. Usualmente hay urgencia de ir al baño y al pasar gases abundantemente por el recto, el dolor mejora.
Los dolores en las piernas a cualquier hora suelen ser un recurso abusado de los niños. Pero sí vemos con alguna frecuencia que los niños o adolescentes con pie plano sufren de dolores y calambres de las piernas y, otros, durante el crecimiento presentan dolores del crecimiento.
Los dolores de crecimiento suelen localizarse en las piernas y usualmente en las horas de la noche. Mientras se jugaba futbol en la tarde, no molestaba y no hubo ni hay historia alguna de trauma o golpes durante la actividad deportiva. Se ha calculado que entre el 4% y el 36% de los niños se quejan de esto. Ocurre frecuentemente entre los 3-5 años y entre los 8-12 años de edad, y, aunque Ud. no lo sospecha ni lo espera, es más frecuente entre las niñas que entre los varones. El examen es negativo.
El dolor de cabeza en los niños y púberes no es debido a un tumor cerebral, como ya muchos de Uds. están pensando. No suele despertar al niño en la madrugada, como hace un dolor de cabeza por masa que ocupa espacio en el cerebro. En estos niños la cefalea suele ocurrir como manifestación de alergia a algún alimento o de migraña. Sin embargo, cuando un niño se queje de dolor de cabeza, tómele la temperatura porque la fiebre es un factor disparador de fiebre, frecuentemente, en estas edades. Y, en migraña, la historia familiar es de presencia significativa y la alergia a alimentos, como el chocolate, es bastante frecuente. Sí, el “craving” por el chocolate es universal y esto dificulta la aceptación de que sea el chocolate el condicionante de la migraña. La soya -y por tanto la comida oriental rica en soya- y los embutidos -como le encanta a los españoles y a los italianos- son parte de esos alimentos que también molestan a los migrañosos. Los azúcares les son veneno -y no solo a los migrañosos. Comer desordenadamente, con horarios variables que es comer sin horario, pasar hambre voluntariamente, asolearse en lugar de guarecerse en las horas más calientes del día, saltarse comidas y el ayuno, religioso o no bendecido, son todas situaciones y causas de dolores de cabeza sordos en el paciente que sufre de migraña.
Entonces, observe bien si la queja es coherente con el comportamiento o si el comportamiento es consistente con la queja. Luego proceda y consulte al médico para una evaluación completa del niño. Créame y vea que hay que ver para creer.