- Abr 15, 2015
- Pedro Vargas
- Bebes, Crecimiento y Desarrollo, El niño, Padres, Para Doctores
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La forma cómo crece y se desarrolla el niño es la esencia de la práctica pediátrica. Si no se conoce cómo son normales, no se detectará alguna variante normal, y, mucho menos, una anomalía, que podría ser potencialmente corregida.
Por eso existen las curvas de crecimiento que, algunos pediatras le dan físicamente para que Ud. las tenga a manos –muy bonitas y vistosas- y otros le señalan “los percentiles”sobre cuyo cuadriculado se va marcando
cada peso y cada talla y dibujando un sendero, que permite ver el progreso saludable del crecimiento.
Es necesario reconocer que los niños varones crecen a velocidades diferentes que las niñas y sus curvas no son comparables, aunque las tendencias sí sean similares.
Colocar las medidas de una niña en las tablas que corresponden a un varoncito, errará en su interpretación, y, viceversa.
El otro hecho imperturbable es que el crecimiento más rápido en el ser humano se hace en el primer año de vida y, aceleradamente, en los primeros 6 meses de vida. Este «spurt» se repite entre la pubertad y la adolescencia, pero no con ese dramatismo.
Igualmente es importante reconocer que las curvas de crecimiento son postnatales, no son prenatales. Es decir, están basadas en el crecimiento a partir de las 40 semanas de embarazo completas. Por ello, niños prematuros, por ejemplo, de 25 semanas al nacer, no pueden evaluarse a los 4 meses de edad con las curvas regulares porque ellos no tiene la misma edad postconcepcional que aquellos. Hay que hacerles “una corrección” -en el caso que aludo- de 15 semanas (40 sem. – 25 sem. o, gestación a término – gestación al nacer) y tomará varios años, para que sus medidas sean comparables con niños que nacieron en la misma fecha después de una gestación completa. Por ejemplo, este prematuro a los 4 meses de edad cronológica realmente tiene 1 semana de vida si hubiera completado 40 semanas en el útero materno. Esto se aplica también a su desarrollo psicomotor.
Si su hijo tiene un peso en el percentil 90 y una talla en el percentil 10
- ¿qué significa esto?
- ¿qué me está advirtiendo?
- ¿es el momento de hacer algo para que siga así o cambie?
- ¿esto me puede predecir enfermedades del adulto?
Para eso debe conocer lo que las curvas de crecimiento “dicen”.
¿Cómo se elaboran las curvas de crecimiento?
¡La OMS establece el crecimiento de niños alimentados del pecho materno como la norma para crecer de forma óptima!
Las curvas de crecimiento utilizadas hoy para niños de 2 años de edad o menos, tanto en Latinoamérica como en los Estados Unidos son las elaboradas por la OMS.
Se basan en poblaciones de 6 países, incluyendo los EEUU, con niños que crecen de forma óptima, sanos y alimentados con leche materna, por lo menos por 4 meses pero hasta los 12 meses de edad. Esto sencillamente porque uno de los criterios de crecimiento sano es la lactancia materna. Las utilizadas en niños mayores de 2 años, en Latinoamérica, siguen siendo las de la OMS.
Las curvas de crecimiento del CDC (Center of Disease Control, de los EEUU) revela la forma estandarizada del crecimiento típico de los niños en los EEUU, que no significa lo mismo que crecimiento óptimo. Autoridades médicas y científicas consideran estas curvas utilizadas en el pasado para poblaciones debajo de los 2 años como muy permisivas y responsables en parte de “la epidemia de obesidad” en países que las seguían.
Estas curvas del CDC se han dejado solo para después de los 2 años de edad y hasta los 19 años. La OMS no tiene curvas de crecimiento más allá de los 5 años de edad. Antes de los 2 años, la recomendación en EEUU es de utilizar las curvas de la OMS.
¿Qué son los percentiles de crecimiento y cómo se interpretan?
En estas curvas, tanto de peso como de talla, se hace una “distribución” en percentiles, que indican, el porcentaje de esas poblaciones que “caen” en puntos comunes para el crecimiento ponderal (peso) y longitudinal (talla acostados y talla de pie, antes y después de los 2 años, respectivamente). ¡Todos son percentiles de crecimientos NORMALES! La diferencia se establece en la tendencia a crecer a estaturas o pesos diferentes, pero normales, y a velocidades de crecimiento apropiadas para cada percentil (percentiles 3, 5, 10, 25, 50, 75, 90, 95, 97).
Por ejemplo, si su bebé crece normalmente en el percentil 10, cada medición subsiguiente debe reflejar un crecimiento apropiado para aquellos niños que crecen en el percentil 10, y ese incremento no tiene que ser comparable a la del crecimiento, también normal, de quienes crecen en el percentil 90. En otra palabra, niños en el percentil 10 crecen menos centímetros en cada unidad de tiempo que niños en el percentil 90, sin embargo, ese menor crecimiento en el tiempo, o velocidad de crecimiento, es normal para cada uno en cada percentil, aunque sean velocidades de crecimiento distintas. Cambios bruscos en esos «senderos» que se andan, los percentiles, en poco tiempo deben llamar la atención para investigar la causa; tanto cuando las medidas, sobre todo la de peso, sube o baja 2 percentiles o más, en un período de tiempo corto.
Cuando su pediatra le dice que el peso y la talla están en los percentiles 50, no quiere decir que su hijo es “un ideal”. Significa que su peso y su talla para su edad, caen en las medidas que se consideran, por resultados de los estudios poblacionales, peso y talla promedios, o lo que constituye el 50 por ciento de tales medidas. Para un niño o niña cuyo peso esté en el percentil 75 mientras su talla está en el percentil 90, ese hijo o hija es “un ideal”, desde el punto de vista de medidas apropiadas entre ellas. Tampoco es cierto que un niño con el peso en el percentil 10 es un “flacucho” si su talla está en el percentil 10 o 25, porque está en la misma curva o una curva superior a la curva de su peso, lo que constituye propiedad.
Contestando la pregunta anterior, si su hijo tiene un peso en el percentil 90 y una talla en el percentil 10, esto indica que hay un excesivo peso para ese talla o tamaño. No son “los huesos más pesados”, ni “los muslos y las nalgas más grandes”. Esas son excusas de madres amorosas o que no quieren afrontar la realidad, que es potencialmente nociva.
Entonces, no solamente son motivo de análisis y evaluación aquellos niños que crecen muy por encima de los percentiles muy altos, arriba del 95, o muy bajos, por debajo de percentiles 5 o 3, sino aquellos que crecen de forma discorde, que no coinciden los percentiles de peso con los de talla. Particularmente si la discordancia es de más de 2 percentiles.
Solemos decir que el peso es apropiado para la talla -y esta relación es superior a solo peso cuando se quieren considerar los conceptos de sobrepeso y obesidad- si el peso “cae” uno o hasta casi dos percentiles por debajo del percentil de la talla. Si la talla está en el percentil 75 y el peso está en el percentil 50 o hasta entre los percentiles 25 y 50, se considera que ese peso no es bajo para la talla y que es apropiado. Si el peso está más allá de un percentil superior sobre el de la talla, ya hay sobrepeso y puede existir obesidad.
En este aspecto, el CDC considerar términos no sinónimos el de sobrepeso y el de obesidad. La AAP (Academia Americana de Pediatría) considera que no debe hablarse de sobrepeso sino de obesidad.
Las curvas de crecimiento del CDC vs las curvas de crecimiento de la OMS
Como mencionara antes, las curvas de crecimiento del CDC (Center of Disease Control, de los EEUU) revelan la típica forma como crecen los niños norteamericanos y no, una forma de crecimiento óptimo. Estas curvas bien pueden tener significativa responsabilidad en la génesis de “la epidemia de obesidad”, porque, entre otras cosas, obesidad es un tópico que debe discutirse con los padres desde la primera visita postnatal, y no dejarla solo cuando aparecen indicadores de un asunto ya bien montado y difícil de desmontar.
– ¿Por qué?
– Porque sus percentiles normales de peso, para un mismo peso, por ejemplo, están por encima de los percentiles de niños alimentados de forma óptima con leche materna. Así, un percentil 50 o 75 en las curvas de peso del CDC de los EEUU, correspondería a un percentil 90 o 95 en las curvas de la OMS, que para una talla determinada, podría estar indicando obesidad con las curvas de la OMS, y propiedad o normalidad, con las de la CDC.
¿Cómo definir desnutrición?
El otro elemento importante es reconocer que el término desnutrición es inapropiado si se utiliza basado solo en el peso o en la talla del individuo y, todavía, si se relaciona el peso con la talla, aunque es mejor indicador que los anteriores utilizados aisladamente.
La desnutrición es una condición bioquímica de nutrientes deficientes. Estos nutrientes son cuantificables por métodos sofisticados y su medición resulta costosa, aún cuando necesaria. Sin embargo, para asuntos de salud pública, llegar a este diagnóstico por este riguroso camino de definiciones es muy oneroso y entonces se utiliza mejor la relación peso para talla, y, superior, el índice de masa corporal (IMC) o “body mass index” (en la literatura en inglés), que, además, permite pronosticar problemas de salud, enfermedad y muerte en ciertas poblaciones humanas. Hay fórmulas y tablas bien establecidas para hacer este cálculo.
Probablemente NO EXISTE un lugar IDEAL para ningún bebé, donde crecer en las curvas de crecimiento
Y, sin entrar a este otro tema, la obesidad suele considerarse en un número notable de situaciones, una forma de pobre nutrición o una enfermedad por mala nutrición. En otra palabra, no hay que ser flaco y esquelético para ser desnutrido.