- Mar 7, 2021
- Pedro Vargas
- Cuentos, Cultura médica, Educación Médica, Medicina, Narrativa Médica
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“Cuando despertó, el dinosaurio
aún estaba allí”, Augusto Monterroso
A manera de cuento, te recuento…
- Se graduó de la escuela secundaria “raspando”. Total, lo importante era tener el diploma de final de secundaria
- Ni intentó aplicar a una buena universidad porque sus créditos de secundaria no daban para tanto.
- Quería ser “Doctor” para manejar un buen auto, comprarse un Rolex a riesgo de que se lo robaran, ser la “prima dona” de todo acto social, hacerse socio del Club…
- Se conformó con pagar una matrícula e ir superando obstáculos con cualquier clase de instrumento
- Excusas médicas
- Mortandad de familiares
- Suplantación de personalidad
- Hurto de pruebas
- Burlas de las notas con “la media”
- Falsificación de documentos
- Se fue rodeando de otros como él, una forma de club de mediocres, muy elocuente, conversador y fiestero
- Le dieron un diploma de galeno, cuando pudo ser el de galán, y su tío le consiguió una plaza para hacer internado
- Pagó a los compañeros para que le hicieran los turnos
- Volvió a ocupar a su tío para tener una plaza de residencia médica
- Cuando le descubrieron faltas a la ética no lo botaron porque “ya le falta poco para terminar la residencia”
- Ahora ya es médico especialista y puede recetar lo que los pacientes quieren que les recete y hasta lo que no necesitan
- De médico de sonrisas y buenas maneras pasa a médico complaciente y muy amable
- Se descubre para otra labor donde será más fácil enriquecerse y ostentar un título, antes muy respetado, sin abnegación, solo para la trampa
- Ahora es “honorable” como otros “honorables” y mangonea a diestra y siniestra, so pena de cambiarse de uniforme
- Sigue entre mediocres y creciendo en la sociedad de mediocres mientras los demás siguen durmiendo