- Abr 23, 2021
- Pedro Vargas
- Coronavirus, COVID-19
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La advertencia es vieja: la prueba rápida de antígeno para COVID-19 no es inequívoca ni totalmente confiable, cuando se realiza para un individuo en particular.
Pero hay que tener síntomas para hacerlo porque el número de falsos negativos aumenta en la medida que su uso se limita a pocas personas y, ni siquiera, se tienen síntomas aún. Pero, no nos dejemos engañar, aún con sintomatología sugestiva a de una infección viral, la prueba de antígenos puede resultar negativa.
Para el tamizaje o pesquisa en grande, es decir, en masa, es buena por 2 razones esenciales: (1) su resultado es rápido, y permite tomar medidas especiales y dirigir el proceso de trazabilidad masivo; y, (2) es mucho menos costosa que la prueba diagnóstica por excelencia,, la prueba por RT-PCR para SARS-CoV-2 y tiene entonces mejor utilidad en poblaciones grandes, asintomáticas o con síntomas de poca evolución.
Esta no es la prueba más sensible ni específica para diagnosticar a una persona con COVID-19 y su resultado es entonces controversial. La prueba diagnóstica es el hisopeado naso faríngeo para el RT-PCR-SARS CoV-2