- May 14, 2020
- Pedro Vargas
- choque, Coronavirus, COVID-19, Cultura médica, Enfermedades infecciosas, Epidemias, Kawasaki Disease, Niños, Para Doctores, Salud Pública
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Un síndrome de inflamación multisistémica parece ser la herencia fisiopatológica, que deja en adultos la infección seria por el SARS-CoV-2, que produce la enfermedad conocida como COVID-19. Por eso, hemos oído desde meses atrás, el ataque al corazón con enfermedad coronaria aguda, la insuficiencia renal con el compromiso al sistema vascular renal, la insuficiencia respiratoria por la afectación a ese apareamiento necesario para la oxigenación que ocurre a nivel alveolo capilar -aparte de otros daños a los pulmones- las alteraciones de funciones del cerebro, y así por donde se le mire. En el niño no parece ser diferente.
El síndrome de inflamación multisistémica pediátrico (SIMP) se parece en su presentación clínica a una enfermedad vascular pediátrica de etiología no aclarada y que se conoce como Enfermedad de Kawasaki. Entonces, Enfermedad de Kawasaki y COVID-19 no son lo mismo.
Lo segundo que es imperativo aclarar -en base al conocimiento de hoy y no necesariamente a lo que descubramos más tarde- es que esta presentación clínica en los niños es rara. Como es rara la enfermedad seria en pediatría por el SARS-CoV-2. Esto no quiere decir nunca, que no se enfermen los niños, que no se enfermen de cuidado, que no se enfermen graves o que no mueran por COVID-19.
Lo tercero que es necesario enfatizar para muchos, es que aparenta que se requieren números importantes de enfermos por este virus para que estas formas de presentación clínica, estas manifestaciones de inflamación vascular a múltiples órganos y sistemas se comiencen a ver en las poblaciones enfermas. Donde se notaron los primeros casos se notaron algunas semanas más tarde de cuando se había alcanzado el pico de los casos de la infección. Entonces, no es que se está escondiendo nada, no es que se está engañando a nadie. Ese no el motivo que mueve a los pediatras frente al niño enfermo ni a sus familias.
En Bergamo, Italia, en pleno auge de la infección masiva a sus gentes, se observó un aumento de 30 veces del diagnóstico presuntivo de Enfermedad de Kawasaki. En el Reino Unido se han señalado algo más de 100 niños afectados por esta enfermedad inflamatoria multisistémica (de muchos sistemas). Se cree que ocurre como una respuesta inmunológica tardía a la infección. En April el NHS de los EEUU advirtió sobre vigilar y buscar por este síndrome, en vista de un informe de Londres informando sobre 8 niños enfermos con síntomas similares: fiebre, eruptiva densa, congestión ocular, hinchazón y dolores generalizados. En New York, la semana pasada, se advirtió la presencia de un cuadro clínico en niños similar al de la Enfermedad de Kawasaki. New York pasaba y pasa por una de las más ingentes y dolorosas expresiones de enfermedad y muerte por el SARS-VoV-2. En Panamá no se ha encontrado aún ningún niño con COVID-19, que se presenta clínicamente como una Enfermedad de Kawasaki.
Los primeros datos sugieren otras 2 cosas, que mañana pueden no ser válidas por más tiempo, entre los niños:
- Esta presentación o complicación es rara
- Esta complicación parece ser menos severa que lo que se observa regularmente con la Enfermedad de Kawasaki
Al momento de escribir esto, esa 2ª. aseveración parece ser más difícil de validar porque se comienzan a ver niños en New York, mucho más enfermos, en estado de choque (shock) vascular (parecido al Síndrome de Shock por Enfermedad de Kawasaki), con esta forma de vasculitis. Forma diferente de presentación, en severidad, a lo que se vio en el inicio de su descubrimiento y descripción.
Ahora que se ha convenido en atender los riesgos de la salud mental en los niños, por el confinamiento prolongado y estricto, por el duro trabajo escolar en casa y la incansable exigencia de las autoridades escolares, por los espacios variables y generalmente reducidos de las mayorías de los hogares, la aparición preocupante de noticias no bien divulgadas y menos conocidas con propiedad, no debe ser motivo para estropear la sabia recomendación de permitir a los niños salir de sus casas con sus padres. 14/5/2020