- Sep 16, 2021
- Pedro Vargas
- Aretes, Bebes
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Las madres no quieren salir de la hospitalización neonatal sin que sus niñas no se le hayan puesto los aretes[1], o, no se le hayan perforado los lóbulos de las orejas.
En la bebé recién nacida hay que recordar que la perforación de los lóbulos de las orejas puede complicarse con:
- Efectos cosméticos indeseables
- Aspiración del o los aretes
- Alergias al material de los aretes (alergia al níquel)
- Infecciones superficiales o serias como del cartílago auricular
- Laceraciones por jalarse los aretes
- Incrustación del arete en el lóbulo auricular
El procedimiento es tan frecuente que las preguntas que se deben hacer se han hecho infrecuentes:
- ¿es el lóbulo de la oreja de tamaño que no dificulte y complique su perforación?
- ¿hay historia familiar de formación de queloide con cicatrices por heridas quirúrgicas o accidentes?
- ¿se conoce alergia familiar al níquel?
- ¿puede esperar la madre hasta que se complete la vacuna contra tétanos, después de los 6 meses de edad?
Estas consideraciones son válidas para la perforación de otros sitios anatómicos y teniendo en cuenta que, incluso, los riesgos de infección y de daño de los tejidos, varía según el tejido perforado y su lugar. También se aplican a ambos sexos.
[1] Parekh J & Kokotos F: Ear Piercing. Pdiatrics in Review. January 2019, 40 (1): 49-50