Hoy -nos informa el Centro de Datos sobre Coronavirus de la Universidad de Medicina Johns Hopkins- se han confirmado 183 millones, 684 mil y 977 casos de COVID-19 en el mundo.[1]  Esto ha producido globalmente, 3 millones, 974 mil y 898 muertes.

La vacunación ha ido progresivamente incrementándose entre la población preocupada y solidaria, responsable y altruista.  Sin embargo, ha sido en las regiones con poblaciones más pobres, menos educadas, menos desarrolladas, con más inequidad y disparidad social y de salud, donde la vacunación ha ido más lenta.  Panamá ha vacunado al 12.4% de su población, arriba del promedio mundial, pero aún muy por debajo de cifras que nos permitirían aflojar las medidas de cuarentena y mitigación.

Hace 2 días se habían dado 3.19 billones de dosis, de las cuales, 874 millones de personas había completado su vacunación o un 11.2% de la población.  Esto indica que aún estamos lejos de alcanzar la inmunidad de rebaño globalmente.

Mientras tanto, hay algunos individuos irresponsables, amparados en la congelación de su rectoría de la salud del Ministerio de Salud, que optan posturas del trastorno de oposición y desafío (ODD, por sus siglas en inglés), antivacunas y anticiencia, que abusan de derechos logrados por el sacrificio de generaciones anteriores, a manos de psicópatas, que aún nos amenazan. Yo respeto la decisión de no vacunarse, aunque no la comparto y menos cuando veo morirse gente que se pudo proteger para no enfermar. Sin embargo, detesto la despreciable campaña de los antivacunas que mienten para su propósito insano.  Es falso de toda falsedad, por ejemplo, que mueran por COVID-19 más vacunados que no vacunados, ni siquiera con la variante Delta.[2]  Cuando inicialmente se anunció que, en la India, la variante Delta había matado a 117 personas, se dijo que 50 de ellas (43%) habían recibido las dosis completas de la vacunación.  Lo que se calló fue decir el número de vacunados completos que no se infectaron con la variante Delta, a pesar de haber estado expuestos a ella, o que se infectaron y no se enfermaron.

La conspiración antivacuna es canalla y es inmoral, pero debe ser castigada porque atenta contra la salud pública.   4/7/2021

[1] Johns Hopkins Coronavirus Resorcee Center, domingo 4 de julio de 2021

[2] Public Health England. SARS-CoV-2 variants of concern and variants under investigation in England. Technical briefing 17. 25 June 2021