- Dic 18, 2018
- Pedro Vargas
- Antibióticos, Catarro, Consulta Médica, Cultura médica, El niño, Enfermedades infecciosas, Escolaridad, Fiebre, Medicalización, Prevención, Resfrío común, Terapéutica, Tratamiento
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Entre las mamás, uno de sus favoritos son los “escaladores de las defensas”:
- “Doctor, qué le puedo dar a mi hijo para subirles las defensas”.
- -“Una escalera”, le contesto, para honrar el esfuerzo.
No hay tal cosa como medicinas que “suben las defensas”. El organismo humano tiene 2 grandes frentes de batalla para combatir procesos infecciosos: los glóbulos blancos y las proteínas conocidas como inmunoglobulinas. Seguramente que ya Ud. le ha examinado la sangre para un hemograma, donde aparecen varias figuras llenas de cruces, de rojos, de alarmas gracias al hecho de que los laboratorios utilizan “valores normales” que no se aplican a su hijo en su edad. Bueno, allí aparecen los leucocitos o glóbulos blancos. Entre más altos, menos problemas de defensa. Y, en el otro extremo del recuento leucocitario, para que el médico se preocupe, solo los valores por debajo de 1,000 leucocitos por milímetro cúbico de sangre. Entonces, por allí no viene la respuesta a las frecuentes enfermedades de su niño pre escolar. El otro frente de batalla para las infecciones, los valores de las globulinas A, G y M (inmunoglobulinas) en la sangre, no se investigan regularmente y probablemente Ud. no los conoce y su médico no lo ha considerado importante investigar.
Los niños pre escolares tienen más cuadros infecciosos, virales prácticamente todos, porque mientras empiezan a construir su sistema defensivo con la experiencia previa o la exposición a microorganismos, esta exposición es amplia y empieza en casa con el hacinamiento de familia y personas, niños, eventos sociales, escolaridad prematura, etc., etc.
Las “defensas” contra las infecciones están más a mano con el lavado de las manos. Olvídese de medicinas mágicas, de esquemas y tratamientos sofisticados y rituales. Lávense las manos todos en casa.