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La alimentación complementaria del bebé, que debe iniciarse no antes de los 4 o 6 meses de edad, es una oportunidad para que aprenda a masticar y a coordinar respiración, masticación y deglución.  También tiene como objetivo, que el niño mejore la ingesta de alimentos, precisamente cuando ya solo tomar leche, humana o fórmula, no tiene suficiente valor nutritivo para su etapa de crecimiento y desarrollo.  Y, antes de que empiece la guerra mediática, la lactancia materna, superior forma de alimentar exclusivamente hasta los 6 meses, es una decisión de cada familia.

 

Existe evidencia de que la alimentación exclusiva con leche materna por los primeros 3-4 meses de vida disminuye la incidencia acumulativa de eczema en los primeros 2 años de vida, como no hay evidencia que a corto o largo plazo, la lactancia materna exclusiva más allá de 3-4 meses es necesaria para prevenir la enfermedad atópica o alérgica, y tampoco lo logran las restricciones de alimentos a la madre.[1]  Sin embargo, y se presta a confusión a menudo, sí hay evidencia de que la lactancia materna más allá de 3-4 meses, aunque no sea de forma exclusiva, protegería contra la aparición de sibilancias(una forma de pito al exhalar aire de los pulmones) en los primeros 2 años de vida pero sin relación con la duración de la lactancia. Alimentar con leche materna por tiempo prolongado también podría proteger contra asma bronquial, incluso hasta los 5 años de edad, pero no retarda la aparición de alergias a alimentos.

 

No hay evidencia de que usar fórmulas hidrolizadas (esas especiales y muy costosas que con frecuencia no se encuentran en los anaqueles de los supermercados y farmacias panameñas) previene enfermedades alérgicas en lactantes y niños mayores. Sin embargo, en el tratamiento de condiciones alérgicas, en las cuales la alergia a la proteína de la leche es la más importante, estaría indicado restringir ciertos alimentos a la madre que lacta a su bebé, como alimentar con fórmulas hipoalergénicas especiales.  Si hasta aquí quedó más confundida, vuelva a leerlo.

 

Entonces, ¿por qué introducir alimentos que son alergenos?  Porque eso no significa, ni aunque Ud. sea alérgica a ciertos alimentos, que sus hijos lo serán y hay que, cuidadosamente, descartar esa posibilidad.  No existe ninguna evidencia que demorar la introducción de alimentos alergenos, más allá de los 4-6 meses de edad, previene la enfermedad alérgica. Ni siquiera si se trata de maní, huevos, pescado o fresas.

 

Vivimos la era del espectáculo y cada uno quiere su lugar en el escenario, su vestimenta tiene que ser más vistosa y la tarima más escandalosa.  En la alimentación complementaria de sus hijos, ese espectáculo se aplaude sin siquiera conocer por qué.  ¿Se han preguntado por qué se inician los alimentos sólidos o complementarios en los niños lactantes?  No es para sacarlos del aburrimiento.  Tampoco es para jugar en la cocina a chef. Se hace para mejorar las necesidades nutricionales y de energía disponible para la rápida etapa de crecimiento y desarrollo por la que transcurre su hijo.  De allí que se escojan alimentos ricos en energía, en calorías.  También es necesario dar alimentos ricos en hierro y zinc, micronutrientes que no son abundantes en la leche materna.  Para eso, hay cereales fortificados en hierro y zinc, y carnes rojas.  Esto puede ser herejía para quienes aprendimos que las carnes no se dan antes que los otros grupos de alimentos.  No es herejía.

 

De cualquier grupo de alimentos, sean frutas, cereales, legumbres, carnes, vegetales amarillos o verdes introduzca un solo alimento al tiempo y hágalo por 2-3 días en todas las comidas del día.  El niño no se va a aburrir, quizás Ud.  Esto le permite observar por intolerancia o por alergia a cada uno de ellos, en lugar de evitar todo alimento alergeno, cuando su hijo no le ha dado señales de ser alérgico a ellos.  No hay ninguna evidencia que demorar la introducción de alimentos alergenos, evita reacciones o enfermedades alérgicas.  De hecho, niños con fuerte historia familiar de alergias, eczema severo y alergia al maní o al huevo, si se exponen al maní, por ejemplo, en los primeros 4-6 meses de edad, han demostrado que se reduce la prevalencia de alergia al maní hasta en un 86%.

 

Desde el primer mes de la introducción de alimentos sólidos o complementarios, introduzca varios de ellos.  No se quede estacionada en los cereales o en los cereales y las frutas, pruebe al menos un alimento de cada uno de los grupos alimenticios, sin olvidar que solo debe introducir un alimento nuevo al tiempo.  Esto le permite observar la reacción a ellos y al mismo tiempo, Ud. habrá podido introducir alimentos de todos los grupos, a los 7 u 8 meses de edad.

 

No inicie leche entera de vaca ni “leches” basadas en plantas que no son para lactantes en crecimiento y menos, antes del 1er. año de vida.  La leche de vaca introducida muy temprano favorece la aparición de anemia por pérdida crónica de sangre en el intestino del niño, y las “leches” vegetales carecen de la densidad de calorías necesarias y los elementos nutritivos que exige el crecimiento de los niños, la calidad de sus proteínas es pobre y la cantidad es muy baja, no están fortificadas con micronutrientes y algunas tienen altos contenidos de un elemento que captura el hierro, el zinc y el calcio, lo que es deletéreo a la salud del niño.

 

El consumo de jugos debe limitarse y es preferible no ofrecer jugos antes de los 12 meses de edad. Después del año los jugos deben ser de fruta natural y no más de 4oz. diarias, hasta los 3 años de edad.  No agregue azúcar ni sal a los alimentos, en lugar de “sopones” presente los alimentos como puré, más gruesos o densos en alimentos, varíe la textura y consistencia de los alimentos, según el desarrollo de las habilidades motoras orales de su hijo, evite alimentos que puedan atorar o ahogar al niño y no lo deje solo a la hora de alimentarlo.  “Baby led weaning” no es un vehiculo para mejorar la alimentación de su bebé. Tampoco está prohibido que el niño trate de agarrar lo que es de comer y se lo lleve o no alcance a llevarlo a la boca, pero la curiosidad del niño lactante por los alimentos y los utensilios no significa que él o ella puede sentarse en la mesa a comer solos.  De hecho, hacia los 9 meses de edad ya puede ofrecerle al niño los “finger foods”, alimentos que coge con sus dedos.

 

Y, finalmente, no castigue ni premie por no comer o comer bien.  Enseñe que hay una hora y un tiempo apropiados de duración para comer.  Levante la mesa con puntualidad y no compense la pobre ingesta de alimentos con una mamadera más de leche. El comedor no es un cuarto de televisión, ni una pantalla de tableta o celular.  No hay espacio para desfiles de modas.

 

[1]Adapted from Greer FR, Sicherer SH, Burks AW; American Academy of Pediatrics Committee on Nutrition, Section on Allergy and Immunology. The effects of early nutritional interventions on the development of atopic disease in infants and children: the role of maternal dietary restriction, breastfeeding, hydrolyzed formulas, and timing of introduction of allergenic complementary foods. Pediatrics.2019;143(4):e20190281

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