Los resfriados no duran más de una semana y  media. Las alergias ambientales suelen dar síntomas respiratorios como los que se relacionan con resfriados: moco nasal, estornudo, prurito nasal y tos por drenaje nasal posterior.  No dan fiebre como sí se reconoce con los resfriados.  Y son “eternas”.

Dibujado el panorama, el otro es el de una casa en la ciudad o en la playa, con bellos y amigables perros o desconfiados gatos, alfombras para no hacer ruido al andar o recoger el polvo y la tierra de los zapatos, cortinas amplias y con adornos dorados que recuerdan las habitaciones imperiales y muebles forrados en gruesas telas que abrigan ácaros y sus huevos.  Nada de extrañar que en ese marco, uno o más cigarrillos se enciendan cada día.

Como continúan molestando la tos, el moco nasal que chorrea, la picazón de la nariz, y los deseos de estar en la piscina o en la playa: “Ay, pobrecitos”, entonces, un supresor de la tos para que no tosa tanto, un expectorante –por si acaso- para que tosa la flema, un descongestionante nasal por vía oral y otro por spray tópico, como si fuera poco un antihistamínico oral y otro nasal o mejor, a base de alguna cortisona, un antibiótico o dos -porque donde hay uno caben dos- un vestido de baño para la piscina, crema protectora solar para salir a la playa entre las 9am y 4pm. -cuando los adultos salen a broncearse la piel mientras alimentan sus ávidos melanocitos con moduladores que los convertirán en células cancerígenas. ¿Para qué gorra?, eso daña el look, y agua, “qué pereza”, mejor unas cervecitas o licor para mejorar el rato. Y ¿para los niños?, espacio y tiempo. Tremendo plan!

No hay exageración en lo descrito. Solo me propongo llamar la atención de que mientras pedimos agua para apagar el fuego, por el otro lado le damos gasolina.

“Los resfriados no duran más de una semana y media”. Ya lo dije arriba.  La fiebre y todo lo demás suelen –no digo que esto es absoluto- durar entre 3-5 días porque los resfriados son infecciones virales.  Cuando duran más la fiebre y los otros síntomas, entonces tenemos que estar alertas porque bien puede ocurrir que se ha complicado el resfriado.  En los niños, mucho más frecuentemente, con una infección dolorosa del oído medio, o una más seria como una neumonía.  Es hora de evaluarlo con el médico y soltar el teléfono celular.

Pero, en la mayoría de las instancias, estamos frente a reactividad de las vías aéreas –que comienzan en la mucosa de las fosas nasales y terminan en las celdas alveolares de los pulmones.  Esta reactividad es frecuente en algunas personas –los alérgicos- y solo una forma de responder al carácter nocivo del invasor, en otras.  Pero el invasor no es solo un virus o una bacteria, lo es un alérgeno.  Es allí cuando el componente alérgico o reactivo se considera y la forma de atacarlo no es solo o necesariamente con medicinas, sino con la remoción de los factores que inducen reactividad alérgica, que abundan en nuestras casas, como son los ácaros, las cucarachas, el polvo, la humedad, los hongos, las células de la piel de los animales, que se desprenden -como las nuestras- y flotan en el ambiente donde transcurren sus vidas y las nuestras.  Ah, y el desagradable aroma y humo de los cigarros, cigarrillos, marihuana y otros elementos nocivos, que se ingresan a nuestras vías respiratorias y las ajenas por mecanismos de combustión.

Entonces, ¿por qué recurrir siempre y de entrada a los múltiples medicamentos expuestos en repisas comerciales como reinas de belleza, si es menos dañino remover lo nocivo?  Porque es más difícil que meterse la mano en el bolsillo y comprar una medicina.  Porque implica cambiar modelos y estilos de vida.  Porque es más cómodo tratar al niño con síntomas, que al resto de la familia. Piénselo, las medicinas también hacen daño.  El uso excesivo e innecesario de ellas hace aún más daño.  Y “daño” primordialmente, a quien se les dan las medicinas, sus hijos. Consulte a su pediatra pero, además, siga sus consejos.     6/03/2019