- Ene 26, 2019
- Pedro Vargas
- Abortos, Derechos Humanos, Embarazo, Maternidad, Reproducción Humana, Salud Pública, Sexualidad, Sociedad
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Como cada año que cierra con “Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo”, las palabras se las lleva el viento, y la felicidad y la prosperidad de la niñez se la lleva la impunidad y el crimen.
Mientras familiares, médicos y maestros se callan o se esconden, las niñas embarazadas son asoleadas. Así se defiende la sociedad de su irresponsable manejo de la sexualidad. Y, lástima y pobre respuesta también, algunas iglesias se apartan o apartan soluciones científicas a un tabú y clara estigmatización de lo referente al sexo. Las soluciones científicas están en los campos de la educación y de la higiene. No es una sola solución protegida en una vaina de latex -ese es un instrumento para evitar embarazos, maternidad precoz, enfermedades de transmisión sexual y muertes, abandono de la escolaridad y fracaso- las soluciones científicas las encabeza una integral educación sobre la sexualidad humana y un proyecto de salud reproductiva probados en otras latitudes.
“De las 34,236 mujeres que ingresaron a control por embarazos durante el año pasado, 10,440 fueron en menores de edad”, de acuerdo a una estadística de uno de las dos columnas de la sanidad nacional, el Ministerio de Salud. Las cifras de la Seguridad Social no se han hecho públicas, pero deben reflejar una similar tendencia. Estas cifras significa que el 30.49% de las embarazadas que llegan a los servicios de salud pública de la República de Panamá, son menores de edad. Tengo que pensar que existe un subregistro. El hecho de que en la provincia de Los Santos “no se produjo ningún embarazo en menores de edad”, llama la atención.
Los análisis por expertos en políticas de salud, sociología y comportamiento humanos ya vendrán. Pocos los estudiarán y menos, les darán importancia. Ha sido el patrón en una sociedad donde es más fácil dictar conductas que adoptarlas.
Yo solo quiero dejar un par de preguntas entre ustedes: ¿Cuánta pederastia se esconde entre estos embarazos? ¿Se justifica apuntar a la pobreza y a la ignorancia de las víctimas?