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Si hay algo que siempre preocupa a los padres, aún mirándose ellos al espejo, es la estatura de sus hijos cuando están creciendo. Todos los padres quieren que sus hijos sean altos, cuando no los más grandes, de su clase o en sus deportes, en todas las etapas de su crecimiento quieren que sean los más altos.

 

Alguno que otro chiquillo, cuando escucha el intercambio sobre este asunto, en la consulta, le reclama a su mamá: “¿es que no me quieres como soy?”

Esa pregunta suele sonar a afirmación, muchas veces. Los padres no deben tomar decisiones sobre alterar el crecimiento de sus hijos sin su consentimiento.

 

Cuando el pediatra pesa y mide al niño en cada visita de “Niño Sano” o en los años de pubertad y adolescencia, lo hace para detectar alteraciones del crecimiento normal. Si no se conoce cuál es ese crecimiento normal, mal se puede no errar en la apreciación. Gráficas estandarizadas suelen ser una forma de comparar y seguir no solo el crecimiento sino la velocidad del crecimiento. Siempre que surge una duda o una preocupación, es necesario conocer, además, las tallas de sus progenitores.

 

         ¿Qué es baja estatura? Técnicamente hablando es aquella por debajo de 2 desviaciones estándares de la medida promedio esperada para su género y su edad. Para que sea fácil visualizarlo: las curvas de crecimiento (talla) o percentiles, tienen una curva 50, la promedio, por encima una 75, una 90 y una 95; por debajo, una 25, una 10 y una 5. “Por debajo de dos desviaciones estándares del promedio” sería la curva 5 y por debajo de esa curva 5.   Esa es una forma de definir la baja estatura. Con las curvas de estatura, también se examinan las de peso y, hoy día se enfatiza calcular el índice de masa corporal (IMC), que entre los sajones se denomina “Body Mass Index” (BMI).

 

Todas estas medidas permiten ser más asertivo al investigar por qué la estatura de un niño en particular está por debajo de dos desviaciones estándares del promedio.

 

¿Por qué su niño tiene baja estatura? La mayoría de las veces la baja estatura no está descubriendo un niño con deficiencia de hormona de crecimiento ni con hipotiroidismo. Contrario a la preocupación de los padres, la mayoría de los niños de baja estatura responden a la tendencia en la familia: baja estatura familiar. Aunque crezcan dos desviaciones estándares por debajo del promedio, ellos crecerán a la talla calculada para sus padres. La velocidad de crecimiento es baja, las evaluaciones con diversas pruebas de laboratorios son normales, y la edad ósea es la que corresponde a la edad cronológica. Algunos considerar la baja estatura familiar un subtipo de baja estatura idiopática. La baja estatura familiar no descarta un componente genético familiar para ella.

 

Otro grupo nada infrecuente es lo constituyen chiquillos que llamamos “Late Growers” o “Late Bloomers” (“Ah, dice el papá, yo también era el más pequeño de mi clase en la escuela primaria y me di un estirón en los primeros años de la secundaria”). Esta forma se conoce como baja estatura constitucional. Estos niños nacen con tamaño normal y en los primeros 3-5 años de vida su talla cae 1 y 2 percentiles, porque su velocidad de crecimiento se mantiene disminuida, y crece como es el crecimiento antes de la pubertad, durante los años de la pubertad, y cuando llegan a la adolescencia, sus tallas pueden estar por debajo del 5º percentil. Pero, su edad ósea también está atrasada y esto nos dice que hay potencial para crecer, y crecerá mejor. Algunos de estos niños podrían necesitar alguna terapia hormonal y por ello, no está de más consultar a un endocrinólogo pediatra bien entrenado y no complaciente. Su estatura de adulto, con o sin tratamiento hormonal, será el de su potencial genético.

 

Así como el Late Bloomer nos termina complaciendo, hay uno que nos coge de sorpresa y de desagradable sorpresa. Este es el más alto o entre los más altos de la clase en primaria y que en la segunda mitad de la escuela secundaria se va quedando atrás y, aunque no necesariamente queda por debajo de dos desviaciones estándares del promedio, sí puede quedar debajo de la curva promedio y hasta una desviación estándar por debajo del promedio. Es el caso de los niños que tienen una pubertad precoz. Se les nota más musculosos que los otros niños de su edad, los huesos más gruesos y características sexuales superiores a los compañeros. Otros niños que detienen su velocidad de crecimiento y afectan su estatura final, a pesar de que venían creciendo bien, son aquellos que tienen un problema con las hormonas esteroideas, el Síndrome de Cushing, y aquellos expuestos de manera intensa o larga a corticoides para diversas condiciones médicas. El niño con Síndrome de Cushing desacelera su crecimiento longitudinal mientras aumenta el ponderal, su peso.

 

Otro grupo de niños de baja estatura lo son porque condiciones maternas o placentarias afectaron su crecimiento intrauterino. Esto les estropeó la normalidad de talla y peso, e incluso, de la circunferencia cefálica al nacer y se les conoce como pequeños para la edad gestacional (PEG). Aproximadamente un 15% de ellos no se recuperan a los 2 años de edad, y se mantienen con baja estatura, como adultos. Estos pacientes están a riesgo de varias otras condiciones nocivas en la vida adulta.

 

Niños con enfermedades crónicas tampoco crecen bien, ya sean porque estas enfermedades les producen malabsorción de alimentos o porque los medicamentos que necesita les afectan negativamente su crecimiento. Ellos constituyen otro grupo de niños de baja estatura, como ocurre también con niños con desnutrición crónica y niños con numerosos síndromes genéticos .

 

 

El grupo de niños con baja estatura para quienes hay consenso sobre tratarlos con hormona de crecimiento son los niños con deficiencia de hormona de crecimiento. Aparte de crecer muy por debajo del crecimiento esperado tienen un retardo significativa en la edad ósea. La deficiencia de hormona de crecimiento en EEUU se ha calculado alrededor de 1:3,500 niños. En el 41% de ellos, se desconoce la causa de la deficiencia. Se conoce que un 20% es de tipo congénito, un 35% es secundario a lesiones intracraneales o tratamientos con irradiación, y un 4% obedecen a un síndrome con la concomitante deficiencia de la hormona de crecimiento. Entre los factores de riesgos para desarrollar deficiencia de la hormona de crecimiento están:

 

  • golpes a la cabeza
  • irradiación al sistema nervioso central
  • infección del cerebro del sistema nervioso central

 

Es importante reconocer que los recién nacidos con deficiencia de hormona de crecimiento congénita tienen medidas normales al nacer. Sin embargo, algunos hallazgos del recién nacido pueden hacer sospechar que tengan deficiencia de la hormona de crecimiento además de otras hormonas producidas en la glándula pituitaria, localizada en el cerebro. Por ejemplo, un pene muy pequeño (micropene), defectos en la línea media de la cara o el cráneo, ictericia prolongada, hipoglicemia o episodios con glucosa baja en la sangre. Un valor bajo de hormona de crecimiento al momento del episodio de la hipoglicemia es diagnóstico de deficiencia congénita de la hormona de crecimiento. El diagnóstico debe incluir, además de la hormona de crecimiento, la medición del factor insulínico de crecimiento, IGF-1, y de la proteína 3, que se liga al IGF-1, la IGF-BP3. Como la hormona de crecimiento se libera de forma pulsátil, es decir, no continuamente, un solo valor no es diagnóstico. Cuando el valor de la IGF-1 es baja, se recomienda medir la hormona de crecimiento bajo estimulación.

 

La baja estatura idiopática es un diagnóstico de exclusión, después de haber descartado todo lo anterior. El niño nace con buen tamaño para su edad gestacional, está bien nutrido, no sufre de enfermedad crónica alguna, no tiene enfermedades hormonales o endocrinas, como tampoco tiene anomalías en su equipaje genético.

 

 

Evaluación de la baja estatura en los niños

 

  • historia médica cuidadosa
  • historia del embarazo y el nacimiento
  • historia por complicaciones neonatales
  • historia médica o traumática anterior
  • historia familiar
  • medicaciones de uso actual, particularmente medicamentos estimulantes
  • historia detallada de su alimentación
  • hemograma completo y eritrosedimentación
  • panel metabólico puntual
  • pruebas tiroideas: TSH, T4 libre
  • Proteína C reactiva (PCR)
  • Tamizaje por enfermedad celíaca (tTG IgA)
  • Inmunoglobulina A total
  • IGF-1, IGF-BP3
  • Urinálisis
  • Edad ósea de la mano izquierda

 

 

 

Tratamiento de la baja estatura

 

  • Tratar condiciones asociadas , ya sea hipotiroidismo, exceso de terapia con corticoides, enfermedad crónica)
  • Hormona de crecimiento exógena o rhGH, solo en pacientes con deficiencia de la hormona de crecimiento. Es importante reconocer que la HGH o rhGH no tiene ningún efecto beneficioso en el tratamiento de las otras condiciones aquí enumeradas como causas de baja estatura en el niño

 

Sin ánimo de discriminar, usualmente hay menos entusiasmo por medicar con hormona de crecimiento exógena a una niña que a un niño. Los varones suelen tener más problemas de orden psicológico por su estatura, las niñas lo resuelven con calzados altos.

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